CONDUCIR CON MAL TIEMPO

  Con la llegada del frío y el mal tiempo debemos extremar las precauciones en carretera, ya que pueden afectar de forma muy negativa al vehículo. La prevención es el mejor aliado para afrontar estas situaciones. Por eso, se recomienda que antes de montarse en el vehículo, hayas planificado el viaje y consultado el tiempo meteorológico para no llevarte ninguna sorpresa. Una vez realizado esto, hay dos cuestiones que debes tener en cuenta antes de iniciar el desplazamiento.    Prepara el coche adecuadamente Antes de salir, asegúrate de que tienes el equipamiento necesario: cadenas, rueda de repuesto, triángulos y chaleco reflectante. Es imprescindible que los neumáticos estén en mejor estado que nunca. Tampoco hay que olvidar de revisar las luces, la calefacción y el estado de los frenos, así como el mantenimiento de la luna y el parabrisas. Por otra parte, nunca está de más que el depósito de gasolina este lleno y el teléfono móvil cargado para cualquier urgencia que se pueda producir.   Adaptar nuestra conducción a los fenómenos atmosféricos Frente a tiempos adversos se reduce notablemente la visibilidad tanto del vehículo que conduces como el de los demás. Además, existe una menor adherencia a la carretera por lo que se debe tomar algunas medidas, entre las que destacamos. - Moderar la velocidad - Aumentar la distancia de seguridad con el vehículo que va delante. - Cambiar las marchas con mayor suavidad utilizando las más largas posibles para evitar pérdidas de tracción. - Encender las luces de cruce y las antiniebla, ya que a veces la de carretera pueden deslumbrar o no ser suficiente. Sobre todo, mantén la calma y seguridad al volante. No ponerse nerviosos y actuar con lógica y tranquilidad ante una situación imprevista es esencial para evitar accidentes de tráficos y asegurar una buena conducción.
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