Correa de distribución o cadena de distribución: escoge bien si te vas a comprar un nuevo coche

Seamos sinceros, a la hora de comprar un coche nos fijamos en todo menos si en lleva correa de distribución o cadena de distribución. ¡Es normal! Tampoco nos enseñan ciertas cosas de mecánica cuando nos sacamos el carnet de conducir, pero lo cierto es que tener en cuenta este factor te puede llevar a ahorrar mucho dinero. ¡Pero mucho, mucho! Que te fijes en su tu nuevo coche tiene 3 o 5 puertas, si es de gasolina o diésel, qué consumo tiene a los 100 kilómetros o cuál cilindrada de su motor está bien, pero si quieres hacer la mejor elección, tendrás que añadir un dato más. ¿Funciona con correa de distribución o cadena de distribución? Para empezar, debes saber que la mayor parte de los coches llevan correa de distribución porque, además de ser más económicas para el fabricante (que no para ti cuando te toque cambiarla), es más silenciosa.

¿Qué diferencia hay entre una correa de distribución y una cadena de distribución?

La diferencia principal entre ambos sistemas es que el primero hay que cambiarlo cada cierto tiempo y el segundo no, pero mejor no nos quedemos solo con lo superficial.

Características básicas de la correa de distribución

La correa de distribución suele ser, como ya hemos dicho, más económica para el fabricante y también es bastante silenciosa. Suele estar formada con caucho de fibra o vidrio. Como ventaja, se adapta a poleas de arrastre y tiene buena capacidad para mantener las dimensiones. Otras ventajas son que requieren un menor espacio, se pueden usar en todo tipo de motores y se adapta fácilmente al diseño del vehículo. Pero como desventaja, hay que cambiarla, generalmente, entre los 100.000 y 150.000 kilómetros, dependiendo del motor y también del fabricante, y el cambio de la correa de distribución suele costar entre los 300 y 600 euros, si bien el precio suele aumentar cuando lo hace la gama y juventud del coche. ¡Ojo! Si nos pasamos del tiempo que tenemos para cambiar la correa de distribución el arreglo de la avería puede subir hasta los 2.500 euros. Si tu coche es demasiado viejo, puede que ni siquiera te merezca la pena repararlo con lo que te verás en la ‘obligación’ de comprar uno nuevo adelantando el momento innecesariamente.

Características clave de la cadena de distribución

Una cadena de distribución es similar a la que usan las bicicletas solo que, como es lógico pensar, la que llevan los coches es mucho más grande, ancha y robusta. Generalmente, las cadenas de distribución no requieren mantenimiento y son diseñadas para que duren prácticamente lo mismo que el motor, que es mucho. Si no te fías y prefieres, por precaución, asegurarte de que todo está en orden y tu coche no termine averiándose de forma grave, puedes hacer el cambio a los 250.000 kilómetros, pero, como ya hemos dicho, es algo opcional que no resulta necesario porque es muy poco probable que se rompan. Como desventaja destaca lo que ya hemos mencionado anteriormente: es más ruidosa que la correa de distribución justamente por los materiales con los que está hecha. Algo que también debe tenerse en cuenta es que, a veces, y a partir de los 250.000 kilómetros, algunas cadenas podrían presentar holguras que pueden afectar al rendimiento del motor, aunque tampoco es algo común que suceda en todos los casos. Con esto podemos concluir que, por motivos económicos, la cadena de distribución es mejor que la correa, además, es bastante más resistente y prácticamente nos permite despreocuparnos de ella y es algo menos que tenemos que atender en cuanto a mantenimiento. Si apuestas por ella, haz un listado de los modelos que te interesen y pregunta a los fabricantes qué tipo de sistema lleva. Es habitual que muchos Toyota y Mercedes incluyan cadenas, pero hay muchos modelos de distintas marcas que también lo hacen.    
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