Regulador de velocidad y limitador de velocidad, ¿son lo mismo?

La tecnología ha llegado a todos sitios y también a los coches. Hoy en día hay tantos pilotos, prestaciones e indicadores en un vehículo que parece que hacen falta clases particulares para poder comprenderlos. Dos de esas funciones que hoy encontramos en los vehículos nuevos son el regulador de velocidad y el limitador de velocidad. Te contamos qué son y en qué se diferencia cada una.

Regulador de velocidad, ¿para qué funciona?

El regulador de velocidad es una herramienta que te permite fijar a la velocidad que quieres conducir. Imagina que vas por la autopista y quieres mantener una velocidad constante de 100 kilómetros por hora para no tener todo el tiempo el pie en el pedal. Con el regulador de velocidad fijas la velocidad a la que quieres ir en 100 km/h, o lo que decidas, y el coche se mantiene solo en ella. Este sistema se desactiva cuando aceleras o frenas. Luego tendrías que volver a activarlo. En algunos coches aceleras hasta la velocidad que desees y aprietas el botón del regulador para que se mantenga en ella. En otros tendrás que hacerlo de forma manual. Si con el regulador de velocidad programas un límite concreto, puedes sobrepasarlo acelerando, pero el coche puede avisarte de distintas maneras de que lo has hecho. Si no quieres oír el aviso, desactivas el botón y ya está. Ojalá pudiéramos decirte que existe una posición universal para este sistema y que, en todos los coches, independientemente de su marca y modelo, vas a encontrarlo en el mismo lugar y de la misma forma, pero no es así. Dependiendo del coche puedes estar en un lugar u otro y tener distinta presentación.

¿Y el limitador de velocidad? ¿De qué trata?

Si haces trayectos largos, seguramente te has dado cuenta de que el viaje se hace muy monótono y que con el pie en el acelerador a veces te pasas de velocidad sin querer, justamente por no estar prestando atención constantemente al velocímetro. Bien, el limitador de velocidad está hecho para que te evites accidentes y multas limitando la velocidad a la que el coche va. Si, por ejemplo, estás en una autopista donde la velocidad máxima es de 120 km/h fijas la velocidad en este límite y así, cuando te despistes y aceleres de más, el coche se frenará y no te dejará pasar de esta velocidad. Práctico, ¿no? Al igual que pasaba con el regulador de velocidad, no hay un símbolo o posición universal para todos los coches y modelos. Mientras unos lo localizarán en un lugar, otros lo harán en otro así que si tienes dudas pregunta al fabricante o a los propietarios del vehículo si te decides a alquilar un coche. Ambas funciones hacen que la conducción pueda ser mucho más segura y también cómoda. Te recomendamos que, si no lo has hecho ya, pruebes estos sistemas en tu vehículo, seguro que terminas usándolos con bastante frecuencia.  
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