Simplifica tu mudanza
Las mudanzas son odiosas para la mayoría de las personas, no cabe duda. Aunque traen sus cosas positivas (cambio de aires, nuevas posibilidades, etc.) también tienen sus cosas negativas (cansancio, desorden) y a veces pesa más lo segundo que lo primero, aunque no debiera. Te proponemos algunos consejos para que simplifiques tu mudanza y no termine siendo tan mala como te imaginas.
Que te la hagan, ¿por qué no?
Cada persona tiene sus propias prioridades, pero si la tuya es mantenerte en la ley del mínimo esfuerzo no te cortes y empieza a pedir presupuesto a distintas empresas que puedan encargarse de hacer tu mudanza por ti. Eso sí, de empaquetar las cosas no te librará nadie así que apúntate el siguiente consejo.
Tómate tu tiempo
Las prisas pueden ser tan agotadoras como una clase infernal de spinning. Una de las cosas que más desagradables pueden ser en una mudanza – y que más tiempo te puede quitar, dicho sea de paso- es verte a última hora empaquetando todo de cualquier manera.
La cuestión está en que empezarás a mezclar cosas y el tiempo que crees que has ahorrado al empaquetar todo lo vas a tener que emplear al desempaquetarlas, que es cuando seguramente estarás más cansado y menos te apetecerá encontrarte con un gran caos que ordenar.
Aparte de esto, el empaquetar mal las cosas puede hacer que termines perdiendo algunas de ellas si no las colocas como es debido ya que en la mudanza pueden terminar moviéndose y rompiéndose.
Lo mejor que puedes hacer es poner una fecha para la mudanza y con toda la antelación que puedas ir poco a poco metiendo en cajas ordenadamente aquello que no vayas a utilizar.
Un consejo práctico y útil es que pongas nombre a las cajas con la estancia en la que van a ir para que a la hora de desempaquetar todo sea más fácil. Igualmente será buena idea si ordenas las cosas de un armario todas juntas.
También es interesante que separes las cosas por importancia ya que en estos momentos estarás muy cansado. Lo que sea imprescindible e importante señálalo para que lo desembales primero y así, lo que no lo sea, pueda esperar algo más de tiempo en las cajas a que con calma y ganas te pongas con ello.
Tira todo aquello que no necesitas
Una mudanza es un momento perfecto para deshacernos de todo aquello que no vamos a necesitar, pero debes tomártelo en serio. ¿Realmente vas a usar ese gorro que hace años tienes guardado? Eliminando las cosas que realmente no usas obtienes un doble beneficio: te deshaces de cosas que no tendrás que transportar en tu mudanza y liberas espacio, pero, además, si te lo planteas, puedes hacer feliz a muchas personas que no tengan recursos cediéndoles esas cosas que ya no vas a usar y que estén en buen estado.
Organízate: habla con tus caseros, con tu equipo de trabajo y cambia todo de dirección
Durante el tiempo en el que estás haciendo las maletas poco a poco y con tranquilidad, también puedes ir adelantando gestiones para que todo esté en orden el día que te vayas.
Si te vas a de un piso de alquiler a otro, habla con tu actual casero para avisarle de cuándo dejarás la casa de forma que dejéis claro hasta cuándo vas a pagar tu estancia y con el nuevo para que tenga todo listo el día en el que comenzarás a llevar tus cosas a tu nuevo hogar. También es interesante que vayas adelantado gestiones como la revisión del piso por parte de tu casero, si te lo permite, para la devolución de la fianza lo antes posible.
Otra cosa importante que debes hacer en este tiempo, y cuanto antes, mejor, es cambiar la dirección en todos los lugares en los que sea necesario para que no te llegue más correspondencia a tu anterior piso y, por el contrario, te llegue todo a la nueva dirección. Esto te ahorrará muchas incomodidades y también pérdida de tiempo en estar contactando con el anterior casero para recoger la correspondencia que te haya estado llegando cuando ya no vivías ahí.
Finalmente, no te olvides de coordinarte con las personas que te van a ayudar en tu mudanza, ya sean amigos o profesionales. Recuerda que si tienes el permiso de conducir adecuado puedes incluso hacer la mudanza tú mismo si alquilas una furgoneta.
Ve reduciendo existencias con tiempo
Para que no tengas que llevar más de lo necesario ni te arriesgues a perder alimentos que se hayan quedado en mal estado con el cambio de temperatura, lo mejor es que vayas dejando que la nevera se vacíe de forma que a la hora de mudarte solo te lleves lo mínimo. Llevar mucha comida no solo puede hacer que algunos alimentos se echen a perder, sino que también puede generar olores o manchas indeseadas que solo te complicarán la mudanza.
Siguiendo estos simples consejos tu mudanza no tiene por qué ser tan desastrosa o cansada como tú mismo la imaginas o como te hayan contado que puede ser. La cuestión o la clave del éxito está en planificar con antelación, organizarse bien y, en caso de que lo desees y te lo puedas permitir, contrates a un servicio de mudanza que te ayude en la tarea más pesada que no es otra que la de mover las cajas de un piso a otro.
Si piensas hacerlo por tu cuenta y necesitas una furgoneta para tu mudanza, ¡contacta con nosotros!
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